miércoles, 10 de julio de 2013

09 de julio (día 2) Entrada participante.

Día 2 de Integrando a México


 Dezna Aviles Zùñiga

No pudo haber mejor día para escribir en este espacio donde expones lo más intangible de ésta maravillosa experiencia.

El día de hoy pude hacer una verdadera introspección a lo más profundo de mi ser.

Me di cuenta de lo sensible que puedo llegar a ser, me sentí conectada con cada uno de mis compañeros, descubrí lo que significa la palabra EMPATÍA.
Fue una jornada larga, llena de conocimientos y aprendizajes.

Durante todo el día, tuvimos una comunicación activa; no fue, solo hablar por hablar, fue hablar con el corazón, poniéndolo en cada palabra y sintiendo su palpar.

Escuchar no sólo con un sentido (el oído), sino con los cinco, cosa que personalmente jamás había experimentado de tal manera.
Compartimos desde biografías, las cuales no es nada fácil resumirlas en ocho minutos, hasta proyectos sociales, al hacer esto pudimos darnos cuenta que entre nosotros hay varios pensamientos en l@s que coincidimos.

No sólo preocuparnos, sino ocuparnos de una realidad social que vive nuestro país, en el cual nosotros residimos y somos co-responsables de lo que sucede en él.

Realizamos una serie de propuestas para crear algunos acuerdos para “Espacio Seguro”, lo que normalmente llamamos -reglamento.  Durante este evento se presentó un debate, que a mi sentir fue de gran apreciación, expresión, fue una discusión sana, en la cual todos nos sentimos participes de un fuerte problema que enfrenta no solo el país sino el mundo entero, que no apareció ayer, ni hace una semana, es el resultado de miles de años de tener miedo a romper esquemas y prototipos socioculturales que solo logran dividir y crear una sociedad en desigualdad...
Esto es EL MACHISMO.

Otro tema que comenzamos a abordar fue... Gestión de la Paz
La paz, no es sólo ausencia de guerra, sino es el estado constituido de un entendimiento equilibrado sabiendo que todos somos diferentes pero con el mismo valor. 
Buscando vivir plenamente en armonía.

Viví un licuadora de emociones y sentimientos, que me llevaron de la felicidad absoluta al llanto total.


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